Seis de cada 10 padres separados no les pasan dinero a sus hijos
Las parejas que se separan tienen una pérdida económica, en promedio, del 12% con respecto a cuando estaban juntas. Por otra parte, si hay hijos menores, las mujeres son más propensas no solo a tener la custodia de los niños sino que también son las que sufren más la caída en los ingresos. En promedio, su liquidez disminuye un 40%. En tanto, seis de cada 10 hombres no les pasan nada de dinero a sus hijos luego de haberse ido del hogar. Estos datos se desprenden de un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (UdelaR).
Si bien las mujeres tienen una baja repentina en sus ingresos luego de la separación, suelen trabajar más para compensar las pérdidas. Asimismo, las madres tienden a mudarse a una vivienda más chica para disminuir los gastos que deben empezar a afrontar por sí solas.
Según el informe, en cinco años las mujeres logran una estabilidad económica similar a la que tenían cuando estaban en pareja. Cuando los padres pagan la pensión que les corresponde por sus hijos, este dinero representa el 29% de los ingresos de la mujer. La madre, en tanto, se hace cargo del resto de las cuentas del hogar.
El informe plantea que la tasa de divorcios comenzó a aumentar en Uruguay a partir de la década de 1990. En ese sentido, señala que las probabilidades de que la pareja se rompa son mayores si no están casados, si no son religiosos y si la mujer trabaja.
En tanto, creció la cantidad de parejas que conviven sin haberse casado. En 1996, por ejemplo, el 20% de los uruguayos estaban en concubinato. En 2011 el concubinato representaba el 80% de los hogares. Asimismo, el 70% de los niños nació por fuera del matrimonio en 2010.
La separación en los niños
Los hijos de padres separados también sufren una caída en los ingresos luego de que la pareja se rompe. Como los adultos disuelven los bienes que tienen en común y los gastos ya no se dividen como antes, los niños suelen tener una pérdida del estatus económico.
En estos casos, la ayuda del Estado puede compensar la disminución de los ingresos. En el caso de Uruguay, el pago de asignaciones familiares a las poblaciones más vulnerables mejora su situación. Sin embargo, el estudio señala que los países escandinavos tienen los mejores índices de ayuda social luego de la separación.
Por otra parte, cuando una pareja se rompe eso también repercute a nivel emocional en los niños. El informe plantea que la pérdida de contacto de los menores con el padre que se va del hogar tiene un efecto en su bienestar. De hecho, la separación determina que la probabilidad de que un niño repita el año aumenta en un 30%.
Asimismo, como los padres suelen deprimirse luego de la ruptura de la pareja, los niños reciben menos atención por parte de los adultos. El estudio afirma, por ejemplo, que los hijos de parejas separadas destinan menos tiempo al estudio que los que viven con sus dos padres.
De todos modos, el informe señala que si ambos padres destinan atención y cuidado a sus hijos luego de la separación, los efectos en los niños son casi imperceptibles.
El Observador
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