El Ministerio del Interior
destruyó 10.000 armas policiales que estaban obsoletas de las que se obtuvo
12.000 kilos de hierro.
El material será convertido en varillas y serán
destinadas a la construcción de viviendas del Plan Juntos. Esta destrucción se realizó
en el predio de la empresa Gerdau-Laisa que posee los equipamientos necesarios
para este tipo de tareas, lo que tuvo costo cero para el Estado. El informe de
la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior detalla que el 20 de
setiembre se destruyeron unas 10.000 armas de la Policía, que estaban
obsoletas, así como también otros materiales devenidos en chatarra, que
quedaron en desuso por parte de las distintas unidades de la cartera.
El trabajo comenzó en
marzo, luego de la resolución firmada por el ministro Bonomi, donde se
contabilizaron e individualizaron cada una de las armas -revólveres, pistolas,
ametralladoras y otros elementos de uso policial- y se separaron aquellas
piezas que no estaban en condiciones de ser reutilizadas.
Asimismo, la intención es
recuperar el espacio de los depósitos de la Dirección de Armamento Balística y
Equipamiento Policial, cuya capacidad locativa se ha visto reducida a raíz del
actual recambio de armamento policial El representante de la Gerencia del Área
Logística del Ministerio del Interior, Nicolás Cabrera, dijo que todas las
armas fueron controladas por escribanos de esta cartera y que luego se destruyó
todo el material que no servía para ningún fin.
“La fundición apuntaba a
liberar los espacios, así como también a mejorar la distribución de los
depósitos y bajar los costos de almacenaje”, sostuvo. Esta destrucción se hizo
-como en años anteriores- en el predio de la empresa GerdauLaisa, que posee los
equipamientos necesarios para este tipo de tareas, lo que no implicó costos
para el Estado
La Republica
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