“La tierra asignada para un ‘compartimento ovino’ (predio de
producción diferenciada) está definida y es un campo de 500 hectáreas
comprado por el Instituto Nacional de Colonización en San Gabriel, departamento
de Florida”, dijo la presidenta del ente, Jacqueline Gómez. Las organizaciones
de productores familiares beneficiadas deben cumplir con su organización y el
estatus sanitario exigido para esta experiencia innovadora.
“Las organizaciones propondrán el conjunto de los
productores que participarán del compartimiento ovino de Florida”, que ocupará
mitad del predio de 500
hectáreas , indicó Gómez.
“En el entorno territorial hay cuatro organizaciones
identificadas y formalizadas, que alcanzan a 15 familias con experiencia en el
rubro de producción ovina, por lo que puede suceder que más de una de ellas
trabaje en el compartimento”, añadió la jerarca en entrevista realizada el
martes en Torre Ejecutiva.
Gómez señaló que esta es una propuesta articulada entre el
Instituto Nacional de Colonización (INC), el privado Secretariado Uruguayo de
la Lana y varias unidades dependientes del Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca.
La erogación para su ejecución alcanza casi a dos millones
de dólares, sumando el arreglo de la infraestructura edilicia y en materiales.
“Ya tenemos avances” en cómo se implementará los procesos de financiamiento
apoyados por los institutos Nacional de Carnes y de Investigación Agropecuaria,
así como la distribución de las responsabilidades institucionales, agregó.
“En este momento estamos en el llamado a las organizaciones
aspirantes a ser parte del compartimento”, puntualizó.
Los beneficiados deberán cumplir con la responsabilidad de
la organización y con el estatus sanitario y manejo genético que exige la
reglamentación de estos compartimentos ovinos.
“Nos interesa que tengan la posibilidad de integrarse en un
mercado para el que ha trabajado el ministerio para conseguir diferenciación de
precios, como lo es la habilitación del ingreso de carne ovina con hueso a
Estados Unidos”, apuntó.
Esa regulación exige poseer una muestra de sangrado de
ovinos sin presencia de virus y que los animales se trasladen a un predio en
condiciones de bioseguridad sanitaria, donde no estén en contacto con vacunos y
sean sometidos a diversas formas de alimentación.
Cuatro o cinco meses después de esto, los ovinos podrán ser
llevados a un frigorífico que realice la faena para enviar la carne a Estados
Unidos, por ejemplo.
Gómez explicó que en las restantes 250 hectáreas del
predio se concebirán actividades dirigidas a productores ovinos familiares para
complementar la intervención territorial de manera de fomentar el trabajo en
los animales que ingresarán al compartimento.
El ‘compartimento ovino’ es una iniciativa
interinstitucional creada en 2013 para facilitar el comercio de este tipo de
carne a mercados libres de fiebre aftosa sin vacunación, entre ellos productos
y subproductos en sus diferentes modalidades como animales en pie y cortes de
carne con hueso.
Este será la segunda experiencia en Uruguay, que genera herramientas
para aumentar las exportaciones del sector, tras el que funciona en el Centro
de Investigación y Experimentación Dr. Alejandro Gallinal del Secretariado
Uruguayo de la Lana, en el paraje de Cerro Colorado, departamento de Florida.
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