Investigan a dueños de hostels que "convidan" con marihuana
El Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) analiza la situación de varios hostels que tienen plantas de marihuana legalmente registradas al alcance de extranjeros. Según dijo a El Observador el director del Ircca, Diego Olivera, si bien no está documentado que la droga sea compartida con los clientes de estos establecimientos, el instituto "no descarta que esto esté sucediendo", lo que implicaría una violación a la normativa que estableció la ley que reguló el mercado y la producción de cannabis en Uruguay.
Según esta regulación, las personas que quieran registrarse como autocultivadores pueden tener hasta seis plantas por vivienda, y una producción máxima de 480 gramos anuales. Si bien la ley aprobada en 2013 establece que esa droga es para uso personal o "compartido en el hogar", como algunos autocultivadores viven en establecimientos turísticos de los que son dueños, registran esa dirección como su lugar de residencia. De ese modo, pueden tener las plantas en el lugar, aunque se trate de un local comercial.
Olivera dijo que a partir de la aparición de hostels que públicamente han reconocido tener plantas de marihuana, algunos de los cuales se ofrecen como hostels temáticos del cannabis, se está trabajando "directamente" sobre cada uno de los casos, para determinar si existe o no una violación a la normativa.
En Cabo Polonio, por ejemplo, el hostel Green House, tiene seis plantas de marihuana con flores. Según contó Tomás, uno de los dueños del establecimientos que prefirió que su apellido no fuera mencionado, los turistas extranjeros se interesan por la planta: "La miran y nada más". Sin embargo, reconoció que en ocasiones "se convida" a los visitantes con la droga.
"Si te puedo compartir un tomate o lechuga yo creo que tendría que poder convidar marihuana como ofrenda de buena vibra", explicó.
Sin embargo, según señaló Olivera, aunque el uso compartido sin transacción de por medio está contemplado por la normativa, solo se considera en el "ámbito del hogar", lo que descarta estos establecimientos que tienen fines comerciales.
Tomás aseguró que desde el hostel no hacen promoción de la marihuana y agregó que cuando se convida no siempre es con clientes que pagaron para hospedarse en el lugar, sino también con personas que llegan al hotel y se hospedan gratis, siempre que se ofrezcan a pintar algo, tocar música o intercambiar objetos.
Por su parte, el hostel THC, en La Barra, recibe a sus clientes en un hall decorado con merchandising cannábico, artefactos para fumar y plantas de marihuana del tamaño de un arbusto. Camila Giannattasio, una de las propietarias del establecimiento, está registrada como autocultivadora y tiene dos plantas que están ubicadas en el predio.
Según dijo a El Observador, las plantas no tienen flores, por lo que no tienen efecto psicoactivo. "Están de adorno aseguró".
Giannattasio dijo además, que los turistas consiguen la droga que consumen en el mercado negro y no en el hostel, ya que las plantas que están ahí son para que los huéspedes puedan conocerlas.
En caso de que se detecten irregularidades por parte de hostels que tienen plantas, el Ircca puede sancionarlos quitándoles el permiso como autocultivadores e incluso derivar los casos a la Justicia.
Arrimarse a preguntar
A pocos metros de Los Dedos de Punta del Este se encuentra TheTripHostel, un hotel que si bien no tiene plantas en el predio, se autodefine como "weed-friendly".
Según dijo el propietario de este establecimiento, Gonzalo Laguna, "la segunda pregunta que hacen (los extranjeros), después de pedir la clave del wifi, es dónde se consigue marihuana".
Según Laguna, la regulación aprobada en 2013 atrajo a una oleada de turistas que "vienen directamente por cuestiones cannábicas".
Aunque la legislación prohíbe que los extranjeros adquieran la droga legalmente, el empresario aseguró que "de una forma u otra la terminan consiguiendo".
"Nosotros les decimos que no se desesperen, porque la marihuana se consigue. Que salgan a caminar y que si sienten el olor se arrimen y pregunten", agregó.
El Observador
Investigan a dueños de hostels que "convidan" con marihuana
El Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) analiza la situación de varios hostels que tienen plantas de marihuana legalmente registradas al alcance de extranjeros. Según dijo a El Observador el director del Ircca, Diego Olivera, si bien no está documentado que la droga sea compartida con los clientes de estos establecimientos, el instituto "no descarta que esto esté sucediendo", lo que implicaría una violación a la normativa que estableció la ley que reguló el mercado y la producción de cannabis en Uruguay.
Según esta regulación, las personas que quieran registrarse como autocultivadores pueden tener hasta seis plantas por vivienda, y una producción máxima de 480 gramos anuales. Si bien la ley aprobada en 2013 establece que esa droga es para uso personal o "compartido en el hogar", como algunos autocultivadores viven en establecimientos turísticos de los que son dueños, registran esa dirección como su lugar de residencia. De ese modo, pueden tener las plantas en el lugar, aunque se trate de un local comercial.
Olivera dijo que a partir de la aparición de hostels que públicamente han reconocido tener plantas de marihuana, algunos de los cuales se ofrecen como hostels temáticos del cannabis, se está trabajando "directamente" sobre cada uno de los casos, para determinar si existe o no una violación a la normativa.
En Cabo Polonio, por ejemplo, el hostel Green House, tiene seis plantas de marihuana con flores. Según contó Tomás, uno de los dueños del establecimientos que prefirió que su apellido no fuera mencionado, los turistas extranjeros se interesan por la planta: "La miran y nada más". Sin embargo, reconoció que en ocasiones "se convida" a los visitantes con la droga.
"Si te puedo compartir un tomate o lechuga yo creo que tendría que poder convidar marihuana como ofrenda de buena vibra", explicó.
Sin embargo, según señaló Olivera, aunque el uso compartido sin transacción de por medio está contemplado por la normativa, solo se considera en el "ámbito del hogar", lo que descarta estos establecimientos que tienen fines comerciales.
Tomás aseguró que desde el hostel no hacen promoción de la marihuana y agregó que cuando se convida no siempre es con clientes que pagaron para hospedarse en el lugar, sino también con personas que llegan al hotel y se hospedan gratis, siempre que se ofrezcan a pintar algo, tocar música o intercambiar objetos.
Por su parte, el hostel THC, en La Barra, recibe a sus clientes en un hall decorado con merchandising cannábico, artefactos para fumar y plantas de marihuana del tamaño de un arbusto. Camila Giannattasio, una de las propietarias del establecimiento, está registrada como autocultivadora y tiene dos plantas que están ubicadas en el predio.
Según dijo a El Observador, las plantas no tienen flores, por lo que no tienen efecto psicoactivo. "Están de adorno aseguró".
Giannattasio dijo además, que los turistas consiguen la droga que consumen en el mercado negro y no en el hostel, ya que las plantas que están ahí son para que los huéspedes puedan conocerlas.
En caso de que se detecten irregularidades por parte de hostels que tienen plantas, el Ircca puede sancionarlos quitándoles el permiso como autocultivadores e incluso derivar los casos a la Justicia.
Arrimarse a preguntar
A pocos metros de Los Dedos de Punta del Este se encuentra TheTripHostel, un hotel que si bien no tiene plantas en el predio, se autodefine como "weed-friendly".
Según dijo el propietario de este establecimiento, Gonzalo Laguna, "la segunda pregunta que hacen (los extranjeros), después de pedir la clave del wifi, es dónde se consigue marihuana".
Según Laguna, la regulación aprobada en 2013 atrajo a una oleada de turistas que "vienen directamente por cuestiones cannábicas".
Aunque la legislación prohíbe que los extranjeros adquieran la droga legalmente, el empresario aseguró que "de una forma u otra la terminan consiguiendo".
"Nosotros les decimos que no se desesperen, porque la marihuana se consigue. Que salgan a caminar y que si sienten el olor se arrimen y pregunten", agregó.
El Observador
El Observador
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario