
Esto ocurrió en reiteradas ocasiones, hasta que la hija presenció la situación.
Fue así que decidió hablarlo con su amiga, y ambas decidieron filmar el abuso con su Ceibalita para que luego les creyeran.
Lograron registrar los hechos “tras varios intentos”, según informó la fiscalía.
La víctima de los abusos le contó la situación a su tía, y le mostró el video. Fue el padre de esta niña el que radicó la denuncia.
La fiscal Núñez, que tuvo a cargo el caso, expresó que "este caso es en especial muy doloroso y debería avergonzarnos a todos porque la propia víctima, una pequeña de apenas 10 años, se sometió voluntariamente al abuso para obtener una prueba para que los adultos creyéramos en ella".
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