Los spots televisivos con candidatos saludando a la gente, las imágenes de banderas flameando y los jingles pegadizos pasarán a ser historia –al igual que los carteles callejeros– si prosperan los cambios a la ley de financiamiento de partidos políticos que impulsa el Frente Amplio.La iniciativa redactada por la bancada de senadores de la coalición de izquierdas, a la que tuvo acceso El Observador, propone prohibir, durante las campañas electorales, la publicidad partidaria en todos los canales de televisión, cierta propaganda en lugares públicos y la financiación de actividades proselitistas a través de donaciones privadas.
Además, pretende que las sanciones a la violación de esas reglas no se restrinjan a las multas económicas sino que se le dé pase a la Justicia para que aplique los castigos correspondientes.
"Proponemos ser líderes en Latinoamérica, transformando a Uruguay en el primer país democrático de la región que privilegia la comunicación directa de los candidatos políticos con los electores por sobre las campañas mediáticas. Las dimensiones de nuestro país, su conectividad territorial, la caracterización sociodemográfica y la tradicional cultura política, democrática y republicana, legitiman explorar modalidades que jerarquicen los contenidos programáticos más que la estética y diseño de los mensajes publicitarios", dice el borrador de la propuesta frenteamplista.
Nota EL OBSERVADOR
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