Chequearon el ADN hallado en la mochila con todos los presos
del país y parte de Argentina. Habla la madre y el pescador que halló el
cuerpo.
Ricardo Giamberini, el pescador que encontró el cuerpo de Lola Chomnalez, está obsesionado con el crimen y casi todos los días piensa en el asesinato.
Cada vez que va a Aguas Dulces se sienta en el lugar donde
fue enterrado el cuerpo de la adolescente y busca una señal que le permita
descifrar al asesino. Así lo relató el propio Giamberini a Qué Pasa del diario
El País.
Dice que el crimen cambió su vida y la de su familia y
recuerda cómo fue aquel día. “Yo seguí las huellas de un hombre cuya actitud me
llamó la atención. No estaba vestido como turista y apretaba un bolso como si
llevara algo robado. Y miraba hacia atrás para ver si lo seguían”, recordó el
pescador al matutino.
Ese individuo iba de Aguas Dulces hacia Valizas, tenía un
corte de pelo militar, pantalón camuflado y championes Nike. El pescador le
dijo a su pareja que debían seguir las huellas y finalmente sus hijos
adolescentes y unos amigos vieron algo extraño. Él ordenó que se alejaran,
caminó unos pasos y vio el cuerpo de Lola semienterrado en la arena.
Llamó a un efectivo de Prefectura que circulaba a 200 metros del lugar en
un cuatriciclo quien confirmó el hallazgo. “Yo llegué a unos metros del cuerpo.
Estaba todo el detalle. Sin embargo, en los días sucesivos pisaron y borraron
todas las huellas del crimen”, dijo.
SIN ANTECEDENTES. Los investigadores del caso piensan que el
asesino es un argentino o un brasileño que se cruzó con la joven por la playa
ese domingo. Suponen que el individuo carece de antecedentes penales, detalla
El País.
La muestra de ADN hallado en la mochila de Lola se cotejó
con los más de 30 testigos e indagados que declararon en el Juzgado Penal de
Rocha. También se cruzó con la totalidad de las muestras de ADN extraídas a
reclusos de todas las cárceles del país y de una parte de Argentina. Todos los
resultados dieron negativo.
UNA MARIPOSA. "Un día salí del estado de shock inicial
y caí realmente en que Lola no estaba y que ya no volvería. Estaba muy mal,
angustiada y enojada. Me senté en el patio de casa y le pedí a Lola que me
diera una señal. De repente apareció una mariposa, de esas naranjas, a las que
llaman monarcas, y se me posó en la ropa. Se quedó ahí un buen rato y le
pregunté: Lola, ¿sos vos? Se seguía quedando, me levanté para hacer algo en la
cocina y la mariposa no se movió. Tenía que ir al banco que queda acá a tres
cuadras y me acompañó a upa, entró al cajero conmigo y volvimos a mi casa. Y
ahí dije: ¡Es Lola!. Luego se posó otra vez en el patio y se fue volando",
contó la madre Adriana Belmonte.
Tras una serie de declararciones sobre el crimen la semana
pasada a la prensa, los padres reclaman que el ministro del Interior, Eduardo
Bonomi, “se ocupe” del caso.
Este lunes cuando se cumpla un año del crimen, Lola será
homenajeada en Buenos Aires y Valizas donde colgarán grullas de origami,
típicas de la cultura budista.
Fuente: SUBRAYADO
Fuente: SUBRAYADO