lunes, 14 de diciembre de 2015

DESTRABADOS

Argentina anunció fin de trabas comerciales que perjudican a Uruguay

El ministro de Desarrollo Productivo argentino, Francisco Cabrera, anunció esta tarde que "a fin de año se acaban las DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación)", y aseguró que el mecanismo será reemplazado por un sistema simple de licencias automáticas y no automáticas.

La aplicación de la DJAI afectó severamente el flujo comercial desde Uruguay hacia argentina con un derrumbe de las ventas que implicó una fuerte pérdidas de empleo en el sector industrial.


Cabrera precisó que en reemplazo de las DJAI "se creará un sistema simple de licencias automáticas y no automáticas", y afirmó que "de las 19.000 posiciones arancelarias que tiene la Argentina, salvo 1.000, hay 18.000 que son productos de insumos que se deben ingresar automáticamente.

El anuncio lo hizo al hablar ante la dirigencia empresaria convocada por la 21 Conferencia Industrial Argentina organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA) en Parque Norte.

"Sabemos que las DJAI están cuestionadas y veremos cómo salir del regimen pero cuidando el empleo. No vamos a poner el empleo en peligro", agegó.

La DJAI obliga a los importadores argentinos a registrar en el sistema informático aduanero datos del vendedor y comprador de la mercadería, del producto a importar y valor del flete, entre otros requisitos.

Con este procedimiento queda oficializada la DJAI, que es obligatoria para todas las importaciones. Luego de eso, otros organismos de contralor tienen la potestad de realizarle observaciones, en un plazo máximo de diez días corridos. Si en ese plazo no se observa, la DJAI queda automáticamente liberada. En caso contrario, la DJAI queda observada lo que impide efectivizar la importación.

Un informe de la Cámara de Industrias (CIU) sobre la situación comercial con Argentina y el impacto en el sector elaborado en agosto, indicó que el empleo directo generado por las empresas uruguayas que producen bienes para el mercado argentino cayó 46% en ocho años, pasando de 5.000 a 2.700 puestos de trabajo.

A su vez, la menor demanda de mano de obra estuvo concentrada en los sectores industriales dedicados a la fabricación de prendas de vestir, tejidos de punto, tejeduría, artículos de papel y cartón y plásticos.
Fuente EL PAIS


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