La Federación Neerlandesa de Sindicatos (FNV, por sus siglas en holandés) ha presentado una demanda contra la FIFA por presunta explotación laboral de trabajadores inmigrantes en la construcción de las infraestructuras que acogerán el Mundial de Qatar 2022, informó hoy el portal DutchNews.
La asociación sindical, junto con un empleado de Bangladesh, ha planteado el caso ante los tribunales suizos en torno a lo que varias organizaciones defensoras de los derechos humanos han calificado de "esclavitud moderna", precisó el medio de Holanda.
La FIFA aún no ha reaccionado tras la presentación de la demanda el pasado fin de semana, si bien el organismo encargado de regular el fútbol se ha negado en anteriores ocasiones a asumir responsabilidades sobre las condiciones laborales y de vida en las obras de los campeonatos mundiales.
De acuerdo con el estudio encargado por el gobierno qatarí a un bufete de abogados en 2013, docenas de trabajadores habían fallecido en la construcción de los estadios.
Solo el pasado setiembre, dos empleados se suicidaron en las obras de la competición deportiva, recalcó DutchNews.
Además, desde que el país árabe se convirtió en sede del Mundial 2022 hace seis años y comenzaron los trabajos en las infraestructuras, la población ha aumentado en 750.000 personas.
Según el profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Amsterdam, Geert-Jan Knoops, no existen precedentes de un caso similar, pero la demanda posee una base legal.
"El desarrollo en el derecho internacional permite declarar responsables solidarios de violaciones de derechos humanos a compañías y organizaciones como la FIFA, relacionadas con inversiones en países extranjeros", declaró el profesor al diario "De Volkskrant".
La misma publicación aseguró haber entrevistado a 31 obreros de las infraestructuras del Mundial, de los cuales veinte afirmaron haber tenido que pagar comisiones a agencias de empleo o intermediarios para conseguir el puesto.
Asimismo, todos menos cuatro de los entrevistados indicaron que no habrían viajado a Qatar si hubieran conocido de antemano las condiciones laborales.
En diciembre de 2015, el estado árabe aprobó una ley que obligaba a los inmigrantes a obtener su visado de salida del país de manos del propio Gobierno con el objetivo de reducir los abusos.
Sin embargo, la abogada neerlandesa Liesbeth Zegveld, involucrada en la preparación de la demanda, afirmó que los obreros siguen siendo "propiedad" de sus empleadores.
"Ellos deciden cuándo y si los empleados llegan o se marchan, trabajan, comen, duermen o reciben un salario", declaró Zegveld a "De Volkskrant".
El Espectador - EFE
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