La Comisión Técnica Mixta de Salto Grande presentó sus planes de renovación y modernización del complejo hidroeléctrico situado en el río Uruguay y en el que invertirá, en una primera etapa, 80 millones de dólares de un total previsto de 960 millones. El canciller, Rodolfo Nin Novoa, sostuvo que la iniciativa “engrandece la relación bilateral (con Argentina) y constituye un símbolo de madurez y confianza mutua”.
La renovación y modernización del complejo hidroeléctrico de Salto Grande demandará en la primera de tres etapas, comprendida entre 2019 y 2023, una inversión de 80 millones de dólares financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Así lo informó este martes 7, en la Torre Ejecutiva, el presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Gabriel Rodríguez, durante la presentación del proyecto.
También participaron en la ceremonia el canciller, Rodolfo Nin Novoa; el ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermo Moncecchi; el ministro interino de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri; el titular de la delegación argentina, Roberto Niez, y el representante del BID en Uruguay, Morgan Doyle.
El plan estratégico implica la renovación total del equipamiento electromecánico e infraestructura por un período de 30 años, a fin de extender la vida útil del complejo, la capacidad de producción, la eficiencia y la seguridad. Las unidades hidrogeneradoras comenzaron a funcionar entre 1979 y 1983, por lo que cumplieron casi 40 años de servicio.
Salto Grande suministra aproximadamente el 50 % de la energía eléctrica que se consume en Uruguay y el 5 % de la energía eléctrica que se consume en el vecino país, informó el organismo en una publicación.
Gestión ambiental
Rodríguez aseveró que Salto Grande es la primera obra binacional de su tipo en América Latina. El funcionario enumeró otras fortalezas del complejo hidroeléctrico: “Es integración vial, ferroviaria, a través del puente que une ambas márgenes, y gestión hidroambiental, con 75 estaciones hidrometerológicas situadas en las cuencas alta y media del río Uruguay”. Posibilita la vinculación con los sistemas de emergencias nacionales y de alerta temprana, así como pronóstico de caudales para una mejor generación energética, apuntó.
“No hay dudas sobre el rol que juega Salto Grande en la mitigación de las crecidas del río Uruguay. Los desplazados por las inundaciones de los últimos años hubieran sido hasta el triple si la central no trabajara en el efecto de las crecidas a través de la escasa regulación que tiene el embalse en beneficio de las comunidades cercanas”, aseguró.
El disertante mencionó otras actividades socioambientales vinculadas a investigaciones con las comunidades y la academia, con aspectos vinculados a la relación del sistema lago-río, calidad de aguas, monitoreo de poblaciones de peces. Rodríguez recordó la vinculación de la comisión con la educación y señaló que el complejo hidroeléctrico es visitado por más de 20.000 escolares todos los años.
Relaciones “normales, fluidas y amistosas” con Argentina
Nin Novoa sostuvo que las relaciones “normales, fluidas y amistosas" entre Uruguay y Argentina no solo se verifican en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, sino, además, en la Comisión Administradora del Río de la Plata, la Comisión Administradora del Río Uruguay y la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo.
“La importancia de las obras binacionales en los procesos de integración son fundamentales para el desarrollo de infraestructuras y gestionarlas en forma conjunta, cuando los intereses son comunes, aporta una mejor perspectiva para el bienestar de sus pueblos”, afirmó.
“Este proyecto de modernización de Salto Grande, con proyección a 30 años, traspasa gobiernos y personas y constituye una apuesta al futuro. Iniciativas como esta engrandecen la relación bilateral, son un símbolo de madurez y confianza mutua, en el sentido de que las relaciones entre los países se deben regir en un esquema de cooperación”, subrayó.
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