“Consideramos que es importante que la primera vez que se juega una final única de la Libertadores sea en un estadio mítico para extender esa historia del Centenario con esa nueva forma de disputa”, comentó el presidente de la AUF Wilmar Valdez.
El Centenario, sede del primer mundial en 1930 casi con exclusividad y declarado como Monumento Histórico del fútbol mundial por la FIFA, tendrá que competir con algunas otras ciudades para poder quedarse con la final. Hasta el momento el Centenario de Montevideo tendrá que luchar con algunos estadios de Santiago de Chile, Lima, Rio de Janeiro y Quito.
En diálogo con el programa “100% deportes” de la cadena Sport 890 de Uruguay, Wilmar Valdez explicó que uno de los contratiempos más importantes que tiene Montevideo para albergar una final de la Libertadores es en el aspecto económico: “Uruguay está caro comparado con otros países de Sudamérica”.
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