En la madrugada de este lunes delincuentes hicieron explotar un cajero en Agraciada y Grito de Asencio. Se trata del tercer intento de robo en poco más de una semana bajo la misma modalidad, la explosión por gas inflamable. El Ejército informó que el hecho ocurrió a las 4 de la madrugada y la Brigada de Explosivos trabaja en el lugar.
Según indicó Informativo Sarandí, en esta oportunidad, la "banda del gas" provocó el estallido de los vidrios donde se encontraban dos cajeros, uno de RedBrou y uno de Banred, aunque no pudo extraer el dinero. En el lugar, efectivos encontraron una garrafa.
El hecho se suma a otros dos, uno en el cajero de un supermercado en Manuel Pagola y Chucarro, ocurrido el pasado 30 de octubre y que había sido cargado con $ 2,4 millones y US$ 16.200; y al efectuado este domingo en el cajero de Cebollatí y Barrios Amorín. En ese segundo atraco, informó Subrayado, se llevaron más de $ 3 millones.
La explosión consiste en introducir en el cajero automático una manguera conectada a una garrafa, llenarlo de gas y provocar la explosión. Debido a la facilidad de la maniobra, la Brigada de Explosivos del Ejército no descarta que estos casos puedan repetirse.
El Observador
En la madrugada de este lunes delincuentes hicieron explotar un cajero en Agraciada y Grito de Asencio. Se trata del tercer intento de robo en poco más de una semana bajo la misma modalidad, la explosión por gas inflamable. El Ejército informó que el hecho ocurrió a las 4 de la madrugada y la Brigada de Explosivos trabaja en el lugar.
Según indicó Informativo Sarandí, en esta oportunidad, la "banda del gas" provocó el estallido de los vidrios donde se encontraban dos cajeros, uno de RedBrou y uno de Banred, aunque no pudo extraer el dinero. En el lugar, efectivos encontraron una garrafa.
El hecho se suma a otros dos, uno en el cajero de un supermercado en Manuel Pagola y Chucarro, ocurrido el pasado 30 de octubre y que había sido cargado con $ 2,4 millones y US$ 16.200; y al efectuado este domingo en el cajero de Cebollatí y Barrios Amorín. En ese segundo atraco, informó Subrayado, se llevaron más de $ 3 millones.
La explosión consiste en introducir en el cajero automático una manguera conectada a una garrafa, llenarlo de gas y provocar la explosión. Debido a la facilidad de la maniobra, la Brigada de Explosivos del Ejército no descarta que estos casos puedan repetirse.
El Observador
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