Lo que hasta ayer era la hipótesis de trabajo más firme en
la investigación sobre la desaparición de la médica Milvana Salomone ahora es
una confirmación, según pudo saber El Observador: la profesional fue víctima de
un secuestro.
La falta de contacto de los posibles secuestradores con la
familia de la ginecóloga llevó a la
Policía a indagar intensamente, primero al entorno más
cercano de la médica, luego se analizó la posibilidad de una rapiña violenta y
también una señal mafiosa por cuentas pendientes.
Mientras la médica secuestrada el 17 de mayo estaba
desaparecida, la Policía
logró detener a varios delincuentes que intentaron secuestrar a un empresario.
Se confirmaba así la creciente presencia de este delito en Uruguay, del cual se
habían constatado una decena de casos, pero entre personas vinculadas al mundo
de la delincuencia.
Según pudo saber El Observador, es un hecho que la médica
está en poder de secuestradores, pero no se pudo confirmar si la negociación la
está llevando a cabo la
Policía o la propia familia de la ginecóloga.
El fin de semana, pero sobre todo el sábado, estuvo cargado
de rumores sobre el paradero de Salomone. Una radio y un portal de noticias de
Montevideo informaron que la doctora había sido hallada con vida, lo que
desencadenó una ola de especulaciones en las redes sociales. Sin embargo, ni la Policía ni la familia de
la víctima confirmaron que hubiera novedades sobre su paradero.
Este caso de secuestro se suma a otros que consolidan ese
delito en Uruguay. El caso de un empresario liberado el jueves antes que sus
captores pidieran el rescate fue la confirmación de lo que temían las
autoridades de seguridad en el país.
Hace unos días, según informó ayer La República , la Policía encontró una celda
diseñada especialmente por la banda criminal que tenía base en el Cerro y fue
responsable de algunos secuestros.
La doctora Salomone fue vista por última vez el domingo 17
de mayo, cuando se dirigía en su auto desde el departamento de Florida hacia su
casa en Montevideo. El vehículo fue encontrado prendido fuego, y la
investigación tomó como insumo el trayecto de la doctora según registró el GPS.
Mientras, sus allegados continúan difundiendo a través de
las redes sociales las fotos y los datos de la médica, para que la población
aporte cualquier información que pueda ayudar a encontrarla.
Fuente: EL OBSERVADOR
Fuente: EL OBSERVADOR